Según publica el diario The Sun el jugador David Beckham le regaló a su esposa una botella de vino con el nombre de Victoria en la etiqueta, con motivo de su 34 cumpleaños para anunciarle su nueva adquisición de un viñedo en el valle de Napa, ubicado a una hora de Los Ángeles . Parece ser que el paso de este matrimonio por nuestro país les ha dejado el gusto por el vino y la pasión por los viñedos.
Recuerdo una campaña publicitaria en la que el slogan era: ¡Un diamante es para siempre!. Creo que asistimos a tiempos de cambios, si bien el amor sigue siendo el motor que nos lleva a gestos como el de regalar, los cambios vienen dados por lo que se regala. Ahora ya no basta un diamante..., ahora si quieres ser Vip y tener clase debes comprarle a tu chica un viñedo. No, no es broma, con los pies en la tierra, todos sabemos que siempre se recibieron circonitas con el mismo entusiasmo que del mejor diamante se tratara y siempre nos quedara el socorrido efecto que puede provocar una buena botella de vino y ¿por que no ? ¡una rosa!. No es para siempre, pero en definitiva ...es Amor.
Por otro lado detalles aparte , me sorprende que ciertos personaje pudientes : Sting, Gerad Depardieu, Francis Ford Coppola, la misma Madonna y ahora los Beckham se suban al carro de las inversiones vitivinícolas, un sector que en contraste están abandonando muchos payeses que durante generaciones se dedicaron a tan noble labor.
Hacer vino y venderlo es una empresa difícil , hacer buen vino y venderlo es mucho más complicado, pero imagino que vender una botella con la etiqueta Beckham, sea lo que sea lo que tenga dentro quizás solo sea una cuestión de amor... por el vino.